Tras mil hojas borradas, tras mil fracasos
A escribir bellas palabras hoy renuncio
Y al vano intento de un falso consuelo
Que ahuyentara un solo instante este dolor, acaso.
Mas debo confesarte mi derrota avergonzada
por no saber sanar esa alma herida
Y ni siquiera brevemente ayudarla,
por no hacerte sentir que es de por vida
este amor inmenso que no acerté a mostrarte.
Me sé ausente de ti con una ausencia
Que me despoja de cuanto me hace humano:
No sé ser yo, desnudo y arrojado
A la celda donde encierras mis recuerdos,
Y a la tumba en la que no soy recordado.
Ausencia furiosa que desgarra un corazón enamorado
Con zarpas que desgarran mis ansias de ti con dolor fiero,
Que me arrebatan lo que de mí te pertenece al cabo
Porque tú lo creaste en este ser que pura llaga era
Porque lo destruiste ya aburrida y en viva llaga vivo.
Y como llaga inmóvil en la estación te miro
Mientras el tren de tu vida parte
Y queda solo en el andén un ente
Ni del todo muerto ni del todo vivo
Que ya no espera un tren sino un destino.