Los zapatos nuevos.5
Se asomó a un abismo y el vértigo le cosquilleó el alma. Vio imágenes, retazos de otra vida en la que pudo haber sido feliz y especial, la niña mimada de la alta burguesía, rodeada de caprichos, con sus padres a sus pies, adorándola, como el resto del mundo. Le costó un gran esfuerzo . . .
Los zapatos nuevos. IV
Los zapatos nuevos.3
Frente a la puerta de su piso, nuestro hombre, Ramos, el del traje raído (incluida, eso no se ha mencionado, la ropa interior), estuvo a punto de sufrir un ataque de nervios, no estaba preparado para mantener una charla con su mujer, una conversación seria y serena, aunque el deterioro de su matrimonio la iba haciendo . . .
Los zapatos nuevos.2
Nuestro hombre (no sería apropiado referirse a él como héroe, 'nuestro héroe', porque el conjunto de valores morales que atesora, su capacidad de raciocinio e intencionalidad vital lo capacitan más, mucho más, para ser un antihéroe que un héroe, pero ¿acaso existirían los . . .
Los zapatos nuevos.1
El hombre del traje marrón se detuvo a contemplar aquel escaparate. Le había llamado la atención desde que abrieron la tienda dos meses atrás. Él pasaba por allí todos las mañanas a la misma hora camino del trabajo y aunque los comercios de la ciudad abrían más tarde encontraba . . .
Madison.16
Sony Maxwell
El despacho de Sony Maxwell se encontraba en la penúltima planta de un altísimo edificio de oficinas. La decoración era ecléctica: cabezas de animales exóticos colgaban de las paredes con ojos abúlicos, bustos de mármol y lienzos de diferentes épocas y estilos salpicaban al buen . . .
Madison.15
Otro sueño ¿revelador?
El sueño que tuve esa noche en casa de Madison me era muy familiar, si no en el contenido sí en el sentimiento áspero que me dejó; un sueño miles de veces soñado en diversos formatos que me remitía a la época en la que vivía como esclavo de facto de Max y que me recordada que en . . .