El cartero me contó después que había visto al director sosteniendo la carta con una mano desmayada mientras su mirada se perdía en el infinito. Todo el mundo en el sanatorio, incluido el director, llamaba cartero al enfermero encargado de repartir el correo, un buen tipo. Raro en él, comentó, . . .
La señorita Ibsen
El día que murió la señorita Ibsen todo el pueblo supo que por fin había encontrado reposo su alma atormentada. El mayordomo, un viejo negro llamado Wilkins, atendía con esmero y celo profesional a los condolientes que llegaban sin parar, como una pequeña riada, para dar el último adiós . . .
La carta
devolver al remitente
La maldición del anciano
(de 'El anciano de las mil vidas')
Era muy viejo, posiblemente centenario, de ademanes arrogantes y mirada altiva e iracunda. Sentado en una esquina de la taberna, observaba sin inmutarse al resto de los parroquianos. La luz insuficiente de las bujías dotaba a su rostro barbudo y cejijunto de un aspecto fúnebre, tenebroso, como de ultratumba. Bebía una . . .
Si mañana despierto
A pesar de todo
Si mañana despierto sabré que todo ha sido un sueño. Es complicado distinguir lo que sueñas y lo que vives estando despierto. Para muchos solo a veces, para mí es algo habitual con lo que siempre he vivido, o he soñado, una pesadilla, en serio. Disculpe mis ironías, sé que no . . .
Publicado en: cobardesueñoyvigilia