Los zapatos nuevos.6
¿Era reciente esa conversación o en realidad habían pasado veinte años? A Pablo se le antojaban iguales ambas opciones. ¿Había vivido una vida de folletín? No faltaban clichés. Un padre prepotente capaz de hacer sufrir a su hija del alma solo por no plegarse a sus deseos, . . .
Los zapatos nuevos.5
Se asomó a un abismo y el vértigo le cosquilleó el alma. Vio imágenes, retazos de otra vida en la que pudo haber sido feliz y especial, la niña mimada de la alta burguesía, rodeada de caprichos, con sus padres a sus pies, adorándola, como el resto del mundo. Le costó un gran esfuerzo . . .
Los zapatos nuevos. IV
Los zapatos nuevos.3
Frente a la puerta de su piso, nuestro hombre, Ramos, el del traje raído (incluida, eso no se ha mencionado, la ropa interior), estuvo a punto de sufrir un ataque de nervios, no estaba preparado para mantener una charla con su mujer, una conversación seria y serena, aunque el deterioro de su matrimonio la iba haciendo . . .
Los zapatos nuevos.2
Nuestro hombre (no sería apropiado referirse a él como héroe, 'nuestro héroe', porque el conjunto de valores morales que atesora, su capacidad de raciocinio e intencionalidad vital lo capacitan más, mucho más, para ser un antihéroe que un héroe, pero ¿acaso existirían los . . .
Los zapatos nuevos.1
El hombre del traje marrón se detuvo a contemplar aquel escaparate. Le había llamado la atención desde que abrieron la tienda dos meses atrás. Él pasaba por allí todos las mañanas a la misma hora camino del trabajo y aunque los comercios de la ciudad abrían más tarde encontraba . . .
La marioneta
Cada vez que te vas, me asalta la incertidumbre de si te volveré a ver. No somos dueños de nadie y los lazos de afectividad que se establecen entre las personas son en realidad frágiles hilos que corren el riesgo de romperse cuando, a través de ellos, tratamos de manipular a la otra persona, de moverla a nuestro . . .
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